Muchos medios y periodistas tildan a la Liga española como "la mejor liga del mundo". Alguno hasta lo usa de coletilla en las retransmisiones de los partidos por los que la cadena ha hipotecado su futuro.
Quizás hace unos años, cuando la curva económica española recorría la parte alta de la burbuja inmobiliaria y llegaron los nuevos ricos y los organismos públicos dispuestos a entregar buena parte de los impuestos e instalaciones de los contribuyentes a sociedades anónimas deportivas, esa frase llegó a cobrar sentido.
Pero, hoy, con la perspectiva que nos da el paso del tiempo, me parece hasta osado llegar a pronunciar esa frase. No es lo mismo contar con dos de los equipos más poderosos de Europa en tu campeonato que decir que tu campeonato sea el mejor.
En el aspecto deportivo, la Liga no tiene nada que envidiar al resto de ligas europeas. Además de las superpotencias que son Real Madrid y Barcelona, siempre se puede contar con algún otro conjunto que destaque en Liga de Campeones o la Liga Europa. Villarreal, Valencia, Sevilla o Atlético han logrado mantener el pabellón alto estas últimas temporadas en las competiciones europeas.
Precisamente por tener estos mimbres, es incompresible cómo el organismo que agrupa a los clubes españoles, la Liga de Fútbol Profesional (LFP), lo hace tan mal. En cada negociación en la que la LFP toma parte siempre crea divisiones entre sus miembros o hace el ridículo de forma espantosa.
No hace falta indagar demasiado en las hemerotecas, basta con recordar el último invierno para darse cuenta del nivel de sus dirigentes:
A finales de diciembre y principios de enero, LFP y AFE protagonizaron un sainete digno del Siglo de Oro. La Asociación de Futbolistas Españoles se aprovechó de un resquicio legal en el convenio para hacer una amenaza de plante en la primera jornada de 2011 sin convocar de manera oficial una huelga. El motivo, que una gran cantidad de futbolistas no cobraba ni un céntimo desde hace meses. Una pena que la AFE no tuviera la valentía necesaria para ir a la huelga de manera seria
Finalmente el juez desestimó el recurso planteado por la AFE (una intromisión del calendario en el último dñia de vaciones navideñas, según el convenio) y el campeonato siguió su curso.
Atentos a la lección que sacó Astiazarán de todo esto, ya que luego debió tener serios problemas de memoria:
Quizás hace unos años, cuando la curva económica española recorría la parte alta de la burbuja inmobiliaria y llegaron los nuevos ricos y los organismos públicos dispuestos a entregar buena parte de los impuestos e instalaciones de los contribuyentes a sociedades anónimas deportivas, esa frase llegó a cobrar sentido.
Pero, hoy, con la perspectiva que nos da el paso del tiempo, me parece hasta osado llegar a pronunciar esa frase. No es lo mismo contar con dos de los equipos más poderosos de Europa en tu campeonato que decir que tu campeonato sea el mejor.
En el aspecto deportivo, la Liga no tiene nada que envidiar al resto de ligas europeas. Además de las superpotencias que son Real Madrid y Barcelona, siempre se puede contar con algún otro conjunto que destaque en Liga de Campeones o la Liga Europa. Villarreal, Valencia, Sevilla o Atlético han logrado mantener el pabellón alto estas últimas temporadas en las competiciones europeas.
Precisamente por tener estos mimbres, es incompresible cómo el organismo que agrupa a los clubes españoles, la Liga de Fútbol Profesional (LFP), lo hace tan mal. En cada negociación en la que la LFP toma parte siempre crea divisiones entre sus miembros o hace el ridículo de forma espantosa.
No hace falta indagar demasiado en las hemerotecas, basta con recordar el último invierno para darse cuenta del nivel de sus dirigentes:
A finales de diciembre y principios de enero, LFP y AFE protagonizaron un sainete digno del Siglo de Oro. La Asociación de Futbolistas Españoles se aprovechó de un resquicio legal en el convenio para hacer una amenaza de plante en la primera jornada de 2011 sin convocar de manera oficial una huelga. El motivo, que una gran cantidad de futbolistas no cobraba ni un céntimo desde hace meses. Una pena que la AFE no tuviera la valentía necesaria para ir a la huelga de manera seria
Finalmente el juez desestimó el recurso planteado por la AFE (una intromisión del calendario en el último dñia de vaciones navideñas, según el convenio) y el campeonato siguió su curso.
Atentos a la lección que sacó Astiazarán de todo esto, ya que luego debió tener serios problemas de memoria:
'"Estamos muy satisfechos de que se vaya a celebrar la jornada, sobre todo en bien de los aficionados, en bien del sector de la industria del fútbol y, sobre todo, porque así se puede disputar con naturalidad la jornada que estaba prevista".
"Lo más importante es que va a haber fútbol este fin de semana", reiteró, recordando que esta decisión también eran muy necesaria porque estaba "ya planteada" la jornada, con "las quinielas en circulación, porque loterías y apuestas ya habían lanzado todos los boletos". "También es bueno para las televisiones, que estaban muy preocupadas", reiteró.'Enero de 2011
Lo mejor de todo es que cuando no había pasado ni un mes, es la propia LFP quien amenaza con parar la Liga si no se elimina la obligatoriedad del partido en abierto ni se mejoran los ingresos por la Quiniela. Fue tal el despropósito que ni siqueira la LFP estaba unida. Seis clubes se negaron a ir a la huelga porque la consideraban "ilegal". La juez que llevó el caso mantuvo la convocatoria y la jornada del 3 de abril se acabó disputando.
En algo más de un mes, Astiazarán pasó de decir que "sería imposible mover las fechas del calendario" a querer reventarlo para tratar de forzar al Gobierno con la idea de obtener más dinero. No deja de ser curioso el hecho de pedir más dinero a un organismo (Hacienda) al que tus afiliados le deben alrededor de mil millones de euros.
Ya con la temporada acabada, de nuevo las deudas con los jugadores volvieron a la escena pública, ya que de nos ser abonadas antes del 1 de julio, los clubes con denuncias serían descendidos de categoría. Curiosamente, el 2 de julio ningún club de Primera perdió la categoría por impagos a pesar de que más de 300 futbolistas seguían sin cobrar, la magia de la Ley Concursal. Como buenas Sociedades Anónimas (Deportivas) que son, 21 equipos de Primera y Segunda están acogidos a un proceso concursal por ser incapaces de asumir sus deudas. Como curiosidad, en Inglaterra sólo el Porsmouth está en esa situación.
Actualmente se está negociando un nuevo marco con la AFE para lograr una solución a este problema. Sin embargo, es curioso ver como una de las medidas "serias" que se reclaman es "crear un mecanismo de control ante la entrada de inversores extranjeros". Igual es que Ruiz Mateos, Gil Marín, Ruiz de Lopera o el propio Astiazarán (llevó a la Real a la quiebra durante su presidencia) tienen doble nacionalidad. Será ese el problema.
Duele ver cómo un producto con tantísimo potencial es maltratado sistemáticamente por sus dirigentes. Por culpa del talante y el talento de estos, el futuro del fútbol español parece uno: la ruina.